Cómo mi fe influye mi trabajo en la Mesa
Creo que Ud. tiene el derecho de saber qué me motiva y cómo pienso yo. Comenzaré aquí a
explicar esto. Esto no es un intento de persuadirle ni de convertirle a Ud. Pero no sé cómo me
podrá entender mi perspectiva sin esta explicación.
Yo creo (como lo hace la mayoría de cristianos) que Dios creó al universo, y a cada persona en
ello. Además creo que Dios hizo esto de su amor para con nosotros. Por lo tanto (y voy
brincando muchos pasos aquí) creo que Dios creó al mundo y todavía trabaja en ello, para
asegurar que cada persona siempre tenga acceso a una manera de satisfacer sus necesidades.
Para decirlo de otro modo, sostengo que “todos los hombres son creados iguales y dotados por
su Creador con ciertos derechos inalienables y que entre estos están la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad.” Me siento orgulloso de ser ciudadano de un país fundado sobre esta
idea.
Me doy cuenta de que los Estados Unidos ha tardado de forma inexcusable para realizar esta
promesa hecha en su Declaración de Independencia. Nuestra hipocresía nacional – decir que
creemos que todos son creados iguales y son dotados de igual manera con derechos
inalienables, mientras practicábamos la esclavitud y participábamos en la matanza de los
nativo-americanos a la vez, y el hecho de que aún no vivimos conforme a nuestras ideales – es
un mal tan enorme que cuesta expresarlo con solo palabras.
Pero no tiene que continuar. Creo que el Dios amante que nos creó a cada uno de nosotros
también nos proveyó de los recursos que necesitamos para arreglar el mal. El mundo abunda
de recursos. La polio—una epidemia terrible que todavía mataba a y dejaba cojos a niños
durante mi niñez – venía con la clave que necesitábamos para eliminarla durante mi vida, y ésta
era el virus mismo. Jonas Salk usó el virus para hacer una vacuna que hemos usado para
básicamente erradicar la polio.
Lo mismo es cierto para nuestras escuelas. Para cada cosa que prevenga a nuestras escuelas de
suplir las necesidades de cada uno de nuestros niños, sea lo que sea, hay una solución. Los
recursos están disponibles.
Un punto más: Si fuera fácil encontrar y usar los recursos que necesitamos para crear escuelas
que suplan las necesidades de cada niño, ya lo hubiéramos hecho. Hasta el momento, no
hemos encontrado y/o aplicado los recursos de manera suficiente como para lograr nuestras
metas. Y otra vez, hay una solución para esto – nuestros desacuerdos.
Creo que Dios nos diseñó para el desacuerdo. Cada uno está dotado con diferentes habilidades
y talentos. Cada uno nace en una familia, una cultura y un entorno diferentes. Y cada uno tiene
experiencias de vida diferentes. Esto da a cada uno de nosotros una perspectiva única en la
realidad, y esto quiere decir que ninguno pueda saber toda la verdad hasta que hayamos
escuchado lo que todos ‘traigamos a la mesa.’ Como dicen los cuáqueros, ‘hay de Dios en cada
persona’, así que cuando nos encontremos con personas con puntos de vista diferentes,
debemos escuchar buscando lo de Dios en sus palabras para poder mejorar nuestro propio
entendimiento del mundo.
Así que, se ve mi fe en dos maneras en mi trabajo en la Mesa Directiva (¡espero que así sea!)
1. Cada niño es igualmente precioso y tiene derecho igual a ‘la vida, la libertad, y la búsqueda
de la felicidad’ sin tomar en consideración las circunstancias de su nacimiento. Las escuelas
públicas son de suma importancia en cumplir con la ‘promesa americana,’ ya que buenas
escuelas son esenciales para florecer en la economía moderna. Mi trabajo para la equidad no
tiene NADA que ver con la ‘teoría crítica de la raza’ (pregúnteme si quiere saber más sobre
esto), ni Antifa, ni siquiera con el movimiento ‘Las vidas negras importan.’ Fluye directamente
de la Declaración de Independencia, por la esperanza en mi fe que Dios ya ha provisto todo lo
que necesitamos para cumplir con la ‘promesa americana’ para cada niño, sin consideración de
su raza, etnicidad, o estado económico.
2. Ya que nadie sabe todo lo que necesitamos saber, y también todos ‘sabemos’ cosas que son
por lo menos parcialmente equivocadas, tener una diversidad de opiniones y trasfondos
representados en la Mesa Directiva de las escuelas es de suma importancia. He dicho varias
veces en reuniones públicas de la Mesa que la mayor diversidad ideológica y cultural que ha
comenzado a disfrutar la Mesa mejor la equipa para hacer el trabajo que tenemos por delante.
La diversidad de ideología y trasfondo es tal vez el recurso MÁS crítico con que Dios ha
diseñado la sociedad humana, la clave para posibilitarnos el proveer a cada niño con escuelas
maravillosas enfocadas en darle a cada niño un comienzo para una vida llena de la libertad y la
búsqueda de la felicidad.
(Muchas gracias a Deborah Berho, PhD (https://berhoconsulting.com/), por traducción de estas paginas)